Por Hoy Mercedes – Al cumplirse diez años del siniestro vial que dio fin a la vida de Carlos Alberto Musso, sus familiares y amigos, se dieron cita en el lugar donde “Carlitos” con su moto impactó con otra moto en la esquina de 22 y 27, golpeando, después, en la persiana del comercio de esa esquina en la madrugada del 3 de octubre de 2008.
En esa esquina, en la tarde de este miércoles 3 de octubre, sus hijos, su mujer, sus familiares y sus amigos se reunieron para recordarlo, descubrir la señal vertical con la estrella amarilla que lleva su nombre y que advierte que en ese lugar ocurrió un siniestro vial que terminó con la vida de una persona y busca concientizar sobre el respeto y cumplimiento de las normas de tránsito.
Las palabras iniciales fueron de Nancy Okos del área de Tránsito Municipal que destacó la importancia de la concientización en materia vial y recordó que el lunes 8 de octubre se celebrará el Día del Estudiante Solidario en memoria de los estudiantes y la profesora del Colegio Ecos que en 2006 volviendo de una actividad solidaria fallecieron en Santa Fe al impactar con un camión conducido por una persona en estado de ebriedad.
Quien siguió fue Patricia, la mamá de Gonzalo Fernández – fallecido en un siniestro vial producidos por dos autos que ‘corrían picadas’ – y una de las madres que integran el Grupo Estrellas Amarillas de Mercedes. Patricia agradeció a Guillermina Rodríguez, esposa de Carlitos Musso, y a sus cuatro hijos por hacerle un homenaje y recordar al joven fallecido a los 38 años. “Esta señal no es solo un caño, sino es un signo del lugar donde una persona tan querida, con tantos amigos, perdió su vida por la inconsciencia, por la imprudencia, por la falta de respeto. La responsabilidad en el tránsito es nuestra, de todos”, resaltó.
Sin embargo, el momento más emotivo fue cuando la hija de Carlitos, hoy de 17 años, que intentó leer un texto escrito por ella pero que debió seguir su madre, mientras la adolescente era contenida por sus abuelas. Guillermina, entonces, con voz quebrada, leyó ese texto que recordó la madrugada de hace diez años desde los ojos, el dolor y los recuerdos de una niña de siete años que antes de que su padre saliese a encontrarse con sus amigos lloraba para ir con él y que, en ese texto, le contó a Carlitos “las cosas que cambiaron” en estos diez años y aquellas que no. Una carta en la que pedía tener la oportunidad de abrazarlo nuevamente y decirle cuánto lo amaba, así como la promesa de recordarlo “hasta volver a encontrarlo”.
Después de descubrir la señal vertical, los hijos de Carlitos Musso – que en 2008 tenía 12, 10, 7 y 4-enviaron al cielo los globos amarillos y bancos con mensajes de concientización vial y el mensaje que Estrellas Amarillas reitera en cada intervención: “transformar el dolor en amor”