Casciari celebró su cumpleaños leyendo cuentos en el pueblo

A las siete de la tarde exacta del día sábado, el escritor mercedino Hernán Casciari subió al escenario y ante cientos de personas sentados en sillas o en el pasto del Centro Cultural La Trocha. Agradeció a todos los presentes por acompañarlo a festejar su cumpleaños.

Una hora antes, comenzó a llegar el público. Quienes adquirieron un lugar en el sector VIP eran ubicados en las primeras filas, mientras que muchos más se fueron ubicando en las filas traseras y a lo largo del predio.

En el primer cuento, Casciari situó su historia en la casa de calle 32, la misma en la que vivió hasta los 18 años. Describiendo a su papá Roberto y a su madre Chichita, junto a su hermana Florencia. Él, con sus 48 años, soñaba estar presente en su casa mercedina. Improvisando con el contexto, Casciari leía sus recuerdos como escritor adolescente.

Convocó a Chichita, sentada entre el público con sus amigas del pueblo, que subió al escenario y lo acompañó a leer otros de los cuentos.

Hernán y Chichita, juntos en el escenario, recordaron a Roberto Casciari fallecido hace diez años. Así empezó el segundo relato que cuenta al escritor robando revistas de pornografía «traídas de Europa por algunos de sus amigos, me imagino quién habrá sido». «Te imaginas bien, su mujer está acá», dijo Chichita provocando la risa de los presentes.

El tercer cuento se centró en las «cachadas telefónicas» que hacían junto a su íntimo amigo Chiri Basilis. Llamadas en donde aprendían nuevas palabras y en donde surgieron «las cachadas presenciales» y las competencias entre las llamadas. «Canelón» es el título del relato que evocó una historia de su adolescencia que derivó en un pedido de disculpas a los vecinos que llamó haciendo broma.

El último cuento que escribió tras casi tres años que dejó de escribir luego de dejar de fumar. Ese último relato lo leyó en su intervención radial semanal que relata su tendencia a apostar sus libros entre sus lectores. Evocando la apuesta que realizó en 2015 en donde conoció a su actual mujer, recordando su infarto en Montevideo.

Un «chistoso» cuento recordó el año en que pasó del secundario a vivir en Buenos Aires. El cierre de los relatos fue la historia que escribió en su primera visita a La Trocha como narrador de cuentos.

«Agradezco un montón la atención que pusieron a cada una de las historias», dijo Casciari e invitó a los presentes al costado del escenario donde se instaló a firmar libros y conversar brevemente con cada uno de una larga cola que se extendía en el predio de la estación de trenes.

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