Este sábado 13 de abril, María Luna, acompañada por Eduardo Cirillo, subirá al escenario del Centro Cultural Teatro Argentino «Int. Julio C. Gioscio» para volver con la esquina que une el tango con el samba. A partir de la hora 21 comenzará el espectáculo musical que entrevera la música porteña con la carioca.
“El samba y el tango tienen conexiones en lo que hace a la historia, las letras, ambos son géneros nacionales de cada uno de los países, pero sus orígenes son ‘dolorosos’. El samba nació en el morro, en las favelas, en la parte más pobre de Brasil. Con una raíz africana muy fuerte. Lo mismo le pasó al tango. Nació en los arrabales. Ambos como música prohibida, de bajo fondo. El tango también tiene raíz negra. Las dos son músicas rítmicas que se danzan además de cantarse. La letra y la rítmica se fueron complejizando. El tango lo llevó al exterior Carlos Gardel y el samba lo llevó fuera de Brasil, Carmen Miranda”, contó María Luna al explicar cómo unieron junto a Eduardo Cirillo esos ritmos en apariencias diferentes.
Ritmos que unió en octubre del año pasado cuando armaron una puesta en escena a beneficio de tres instituciones locales y este sábado volverán a presentar.
“Samba esquina Tango” es un entrevero de canciones de Buenos Aires y de Río de Janeiro. Es un espectáculo que relata una historia de entrecruzamiento entre los dos estilos musicales. Habrá un texto que enlaza las canciones. Con la dirección musical y arreglos a cargo de Eduardo Cirillo, la narración acompañada de elementos teatrales la armó María Luna que dará pie a los cuadros de danza coordinados por Mirian Salanueva.
La puesta en escena se completa con Betina Arroyo y Vanessa Lorda, en coros. Nacho Ferreyra, contrabajo, Jose Ramon Mierez, batería; Manuel Maturo, piano. Tomy Maldonado, guitarra. Juan Martin Lopez , percusión. Las parejas de bailarines Miri Salanueva y Juan Cruz Cornejo; Paula Chiapuzzi y Facundo Cisneros. Y el Grupo de Samba: Gabriela Chiapuzzi, Silvina Daverio, Marcela Falabella, Rosario Fitzsimons, Mónica Garro, Marcela Rolando, Diana Tosoroni, y Betina Vives.
