En la semana de pascuas, los presbíteros y seminaristas de la Arquidiócesis Mercedes-Lujan renovaron sus votos en la Misa Crismal celebrada por el Arzobispo Monseñor Agustin Radrizzani en la Basílica Catedral de Mercedes.
En la ceremonia del miércoles al mediodía, Radrizzani hizo hincapié en el compromiso permanente de los sacerdotes presentes, más allá de la «rutina».
«Hoy queremos renovar esta unidad con Aquel que es la fuente y la razón de ser de nuestra vida. Él es el primer amor y nuestra alegría sustancial. Él es el cimiento, el fundador del orden Sagrado…. Al inicio de nuestro camino vocacional, sentimos dentro nuestro la pregunta: ¿Eres capaz de amar? Le respondimos. ¡Sí, mi corazón es tuyo. Te amaré con todo mi ser, con mis limitaciones, pero mi corazón es tuyo», expresó Monseñor Radrizzani y se preguntó: ¿Vivimos el desgaste del tiempo?
«La costumbre nos quita la emoción y la admiración de los primeros tiempos. Vivimos corriendo también por cosas santas, pero en definitiva caracterizadas por el exterior», agregó el Arzobispo hablándoles a los sacerdotes que renovaban sus votos.
«Creemos que nuestra catequesis y los sacramentos tiene una fuerza en sí misma, pero, para la incidencia en el mundo actual, es determinante que vayan acompañados de un auténtico testimonio sacerdotal. … El Papa Francisco convalida con estas palabras: ‘Sean buenos sacerdotes según el corazón del Señor, no sean funcionarios’. La Santísima Virgen nos obtenga el Señor la gracia de ser buenos sacerdotes y que vivamos nuestra vocación con radicalidad y con una permanente alegría», concluyó Radrizzani enfatizando los conceptos dirigidos a los sacerdotes de la Arquidióscesis.