En la tarde del jueves 13 de junio, el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, presidió la santa misa en la Catedral de Mercedes, en memoria de quien fuera el Nuncio Apostólico en la Argentina, monseñor Léon Kalenga Badikebele, fallecido ayer en Roma.
Durante su homilía, el obispo recordó con cariño la figura del Nuncio. Mencionó, que uno de los primeros lugares que quiso visitar a su llegada al país, fue el Santuario de Luján, lugar que le gustó mucho y que fue ocasión de un largo rato de oración frente a la imagen venerada de nuestra Señora de Luján.
Agustín comento, que lo invitó a visitar la diócesis y que el mismo Nuncio había elegido como fecha, el Domingo de Ramos de este 2019, recordado momento por toda la comunidad «Y ustedes recuerdan que estuvo aquí ese Domingo, iniciamos en la plaza después hicimos la celebración y lo pudimos saludar a la salida; los muchachos y las chicas se sacaron selfies y él contento se prestaba a todas las fotos. Yo me fui a la sacristía y él no llegaba nunca y pregunté «qué hace el Nuncio?», «se está sacando fotos con los jóvenes» me respondieron.
Como reflexión personal, -dijo -doy gracias a Dios por estos meses que él compartió su vida con nosotros. Un hombre de una gran amabilidad, un hombre de una gran sencillez, y cercano, siempre cercano.»
«Me resulta curioso que él, meses antes, no había podido estar en presencia en la muerte de su mamá, allá en el África y él me recomendó que yo estuviera cerca de mí mamá, porque a él le había costado estar lejos por cumplir su función que en ese momento estaba en Roma.»
Y finalmente quería decirles que a mí un fallecimiento como el de León me hace tomar conciencia de que nadie tiene la vida comprada, que no sabemos ni el día ni la hora. Entonces nosotros, en tanto que tenemos tiempo, tratemos de vivir este tiempo que nos queda para el encuentro definitivo con Dios con una gran disponibilidad sabiendo como dijo la primera lectura la carta del apóstol san Juan, «lo único que cuenta, es haber amado en la vida» y el evangelio que acabamos de escuchar de este ciego Jesús le dice «Qué quieres que haga por ti? Señor que yo vea otra vez. Recupera la vista, tu fe te ha salvado» pidamos a la santísima Virgen que nos ayude así, a vivir esa disponibilidad que tuvo León para servir a la Iglesia.
Que la Santísima Virgen prepare nuestro corazón para que estemos siempre abiertos a lo que Dios nos pida».
Fuente: Arzobispado Mercedes Luján