El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, presidió el martes 24 de septiembre la misa central en el marco de las fiestas en honor de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de la arquidiócesis.
La Eucaristía fue concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, y el clero local. En su homilía, el prelado afirmó que la Madre nos atrae, nos transforma y nos envía.
En su homilía, monseñor Radrizzani recordó el origen de la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes: “Según la historia, tenemos presente que hacia el año 1100 los musulmanes invaden Europa y conquistan la mitad del actual territorio de España. Este es un tiempo de numerosos mártires y esclavos. El pueblo español pidió a la Santísima Virgen su protección y ella, como madre amorosa, se le apareció a San Pedro Nolasco el 1 de agosto de 1218 y le dio la misión de fundar una orden para rescatar cautivos. Con el apoyo de San Ramón de Peñafort y el Rey Jaime I de Aragón, pudieron rescatar innumerables prisioneros. Se calcula que lograron liberar a 300.000 personas pero, sin embargo, unos 3.000 religiosos murieron mártires en esta empresa”, relató.
En la actualidad, señaló el arzobispo, la Virgen “hace presente en el pueblo fiel de Dios el don de la libertad. Libertad del mal, de toda esclavitud, del pecado y toda forma de egoísmo. Hoy son muchas las cadenas que nos oprimen y la presencia de la Virgen llega hasta nosotros para liberarnos, para no ser más esclavos, sino hijos”.
“Ella, como madre amorosa, ejerce sobre nuestras vidas tres movimientos, con los cuales nos ayuda a obtener la libertad”, afirmó, y enumeró: En primer lugar, “como madre nos atrae con ternura, nos lleva en sus brazos sin juzgarnos, nos anima y nos devuelve la confianza”.
Asimismo, expresó: “Ella nos transforma. Es tan grande su bondad que cobijados por su amor, no podemos no cambiar y, entonces, hacer crecer en nosotros la paciencia y la misericordia, imitando a la Virgen y su conducta para con los apóstoles. Crece en nosotros la alegría, la ilusión y el buen humor, porque ella está junto a nosotros y lo que antes era angustia, ahora es esperanza. Lo que antes era signo de muerte, ahora es signo de vida. Lo que era oscuridad y noche ahora es un día de sol radiante. Ella está, y es tan atractiva con su presencia que nace dentro nuestro el deseo de imitarla en su humildad y en su caridad”.
En el marco de las fiestas patronales, el viernes 27 de septiembre a las 21 se desarrollará el concierto católico MisionArte, en el Teatro Argentino Julio Gioscio, y el sábado 28 a las 16 se llevará a cabo un festival popular en el atrio de la catedral.
Los festejos culminarán el domingo 29 a las 19 con una misa en acción de gracias por los agentes pastorales de la comunidad.
Fuente: AICA