En la plaza San Martín, alumnos del 6° año del Colegio San José realizaron juegos con los ojos tapados para concientizar sobre las vivencias de las personas ciegas. Tuvieron la oportunidad de hacerles consultas dos personas no videntes que contaron sus experiencias.
Una jornada de concientización e integración llevaron adelante los alumnos del 6° año del nivel primario del Colegio Pío X de San José en la mañana, lluviosa, del martes, Día del Bastón Blanco. Instalados en la plaza San Martín, los alumnos junto a su familia, las docentes Marina Vítola y Vanina Vezzoso, junto a Patricio Defelippe, Carlos Aguilar y el maestro integrador dependiente de la Escuela de Educación Especial N° 503, Fernando Álvarez.
“La propuesta fue concientizar a todos los mercedinos de los obstáculos que se les presentan a diario a las personas no videntes y cómo contrarrestar esa realidad. También queríamos dar a conocer el trabajo que los alumnos vienen realizando desde el año pasado en el Colegio”, explicó Marina Vítola, docente del Coelgio San José.
En las primeras horas de la mañana, cuando la lluvia no había caído aún, los alumnos del nivel primario instalaron juegos que debieron sortear con los ojos tapados. Uno de ellos consistía en poner botellas en el piso y con la ayuda de otra persona como guía, esquivarlas. También aprovecharon la oportunidad para jugar al gallito ciego, que más allá de la propuesta lúdica en sí, se pensó como una actividad para potenciar los cuatro sentidos restantes.
Finalmente, los alumnos tuvieron la oportunidad de conversar con Patricio Defelippe y Carlos Aguilar, dos vecinos de la ciudad que son ciegas y que en su vida cotidiana se afrontan a dificultades arquitectónicas y sociales para circular por las calles de Mercedes. “Los chicos aprovecharon a hablar con Patricio y Cacho y plantearles inquietudes que tenían ellos. En esa charla intervino el maestro del servicio agregado de ciegos, que facilitó material como cuentos en braile, mapas con texturas, entre otras cosas”, contó la maestra Marina
Es el segundo año que el mismo grupo de alumnos trabajan sobre las vivencias de las personas ciegas o disminuidas visuales. El año pasado, los estudiantes tuvieron la oportunidad de asistir a una función del teatro ciego. “La respuesta de los alumnos fue muy positiva. Así que continuamos con el mismo proyecto. El proyecto institucional seguirá. Fernando, el maestro de educación especial, irá de nuevo a la escuela para seguir haciendo actividades con los alumnos. Queremos aprovechar que están motivados para que los chicos sean agentes multiplicadores en la ciudad”, agregó la docente de nivel primaria que agradeció a la comunidad educativa del Colegio Pío X de San José por la participación activa en la propuesta.
A modo de consejos, los alumnos entregaban a los vecinos que circulaban por la plaza un folleto con sugerencias para ayudar a una persona ciega. Es así que aconsejan que al cruzarse con una persona ciega en una esquina, consultarle si necesita ayuda. Sí es así, orientarlo, ofrecer el brazo u el hombro para que camine detrás suyo. Si espera un transporte público, preguntarle cuál desea tomar y ayudarlo a subir si es necesario, colocando su mano en el pasamanos.
Además, aconsejan que, en caso de que se lo encuentre en un
medio de transporte, acercarle su mano en el asiento que desee utilizar. Si en
ese contexto, se encuentran con una escalera, indicarle si la misma sube o baja
en caso de ser mecánica.
“Para orientar a una persona ciega, no hay que utilizar señas, ni gestos, ni
palabras como ‘allá’ o ‘ahí’. No podrán comprender esa referencia. Hay que usar
palabras como ‘izquierda’, ‘derecha’, ‘atrás’ o ‘adelante’. Hay que hablarle
directamente a ella, no a través de terceros”, explican en su folleto y
recuerdan que las personas con discapacidad visual pueden manejarse con
independencia como cualquier otra persona. Sólo requiere ayuda en momentos
puntuales.
