Por Cristián Frers* – Históricamente cuando se habla de pandemia sólo se asocia a pánico y desastre, pero las medidas tomadas para frenarla –cuarentena y aislamiento- han generado un sorprendente efecto positivo en el ambiente gracias a la poca intervención de seres humanos.
Existen varios aspectos que están jugando a favor del ambiente, ríos más limpios, animales más tranquilos en sus hábitats, grandes industrias deteniendo o disminuyendo sus emisiones, y menos de la mitad de automóviles en las calles han sido efectos colaterales positivos de la expansión del Corona Virus, que luego de su devastadora aparición pareciera también decirnos que la tierra necesitaba un descanso de la contaminación humana.
El Corona Virus es un grave problema de salud y seguridad humana a nivel mundial, porque la cantidad de casos y países infectados crece exponencialmente. Esto genera que las personas cambien sus comportamientos cotidianos, generando algunos efectos positivos sobre la salud ambiental. O sea, las personas actúan de manera diferente para cuidar su salud, lo que genera menores contaminantes sobre la naturaleza y un mayor cuidado de la salud ambiental.
Lugares turísticos alrededor del mundo, como el Canal de Venecia (Italia), han experimentado notorias mejorías debido a la nula presencia de viajeros, tráfico de góndolas y sus residuos.
La disminución en la contaminación permitió que los hábitats sean más saludables, ocasionando el regreso de cisnes y cientos de peces al afamado canal, cuyas aguas fluyen cristalinas.
Pero no sólo en Italia ha sido posible ver los efectos positivos de la falta de humanos, sino alrededor de todo el globo.
En Madrid (España) a la combinación de dos factores: las medidas de confinamiento por el Corona Virus y la inestabilidad meteorológica. Los datos facilitados diariamente por el Sistema de Vigilancia de Calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid no dejan lugar a dudas: durante los días de confinamiento, los cinco distritos de la ciudad cuentan con medidas catalogadas dentro de la categoría muy bueno del índice de calidad del aire. Por su parte, en Barcelona los datos de la Generalitat indican que las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) se redujeron a la mitad tras solo tres días de confinamiento.
Los datos no mienten. A lo largo de todo el mes de febrero, el primero del largo confinamiento que lleva la provincia china de Hubei, el promedio de días sin contaminación atmosférica aumentó en un 21,5% en comparación con las mismas fechas del año anterior, según un informe del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China. Asimismo, las imágenes de satélite publicadas por la NASA y la Agencia Espacial Europea mostraban una reducción drástica de las emisiones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades del país.
Sin embargo, no debemos descuidar la realidad, ya que un cambio positivo en un contaminante propio del cambio climático no quiere decir que la calidad del aire sea saludable, sino más bien que hay menos contaminación ya que hecho no dejó de haber contaminación.
Se puede observar que durante la cuarentena (en cualquier país del mundo), el transporte de todo tipo es casi nulo. Porque las principales carreteras y centros comerciales se encuentran vacíos, las personas deben quedarse en su casa.
Solo cabe mencionar que lo positivo para la salud ambiental, es muy nocivo y pernicioso para la salud y seguridad humana. Nosotros cambiamos el mundo a nuestro parecer, nosotros somos responsables de volver a cambiarlo para poder continuar viviendo en él.
Pese a que muchos consideraron la cuarentena como una medida exagerada en un inicio, se puede asegurar que el aislamiento humano mejorará la economía, el ambiente y salvará miles de vidas.
Estos cambios positivos en el medio se esperan que sucedan en todas las ciudades sometidas a la cuarentena de sus habitantes y, por consiguiente, de las industrias. Al fin y al cabo, y dejando de lado la adversidad económica de las naciones, es algo que el ambiente estaba necesitando.
*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).