Extracto del Libro EDUCACION PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE I – Ayuda para maestras y maestros, de quien soy autor y se comercializa por AMAZON.ES (España), AMAZON.IT (Italia) y AMAZON.COM.AU (Australia) entre otras distribuidoras.
Escribamos una carta
Esta es una excelente forma de fomentar en los alumnos las experiencias que vive cada uno con respecto al ambiente o la naturaleza. Quién no ha vivido una experiencia en contacto con el campo, el mar, las montañas, ríos o lagos… Experiencias que seguramente nadie desea olvidar.
Objetivo
La idea es que
cada alumno escriba una carta a sí mismo, recordando esas experiencias para que
no se marchiten y queden en el olvido. Las cartas serán confidenciales y serán
llevadas al correo por el delegado o maestro para a las pocas semanas ser
recibidas por los propios alumnos en la escuela y que ellos mismos cuenten y
lean las experiencias vividas en la naturaleza o si han conocido o vivido algún
problema ambiental.
Antes de que los alumnos hagan este ejercicio, se puede leer la siguiente carta
como ejemplo.
Carta escrita en el 2050
Ayer por la mañana, al levantarme, encontré bajo mi puerta un sobre extraño, el papel era grueso y gris, como una especie de «aleación» de papel y metal; no es rígido, no tiene estampilla, pero mi nombre y dirección están claramente escritos. Lo abrí con suma curiosidad, al extender las hojas, me extrañó que la letra, escrita a mano, me era familiar. Y lo más sorprendente es la fecha y el contenido, el cual comparto con ustedes, pues parece ser el motivo por el cual fue escrita.
Año 2050
Acabo de
cumplir los 40, pero mi apariencia es la de alguien de 55, tengo serios
problemas renales porque bebo muy poca agua. Creo que me queda poco tiempo.
Recuerdo cuando tenía 15 años, todo era muy diferente. Había muchos árboles en
los parques, las casas tenían hermosos jardines y yo podía disfrutar de un baño
en la ducha hasta por una hora, ahora usamos toallas empapadas en aceite
mineral para limpiar la piel. Antes todas las mujeres lucían su hermosa
cabellera, ahora debemos afeitarnos la cabeza para poder mantenerla limpia sin
agua. Antes mi padre lavaba el auto con el chorro de la manguera, los niños de
ahora ni siquiera saben para que sirve una manguera.
Recuerdo que había muchos anuncios que decían «cuida el agua»,
aparecían en la radio, la televisión, periódicos, pero nadie los tomaba en
cuenta…, pensábamos que el agua jamás se podía terminar, más ahora, todos los
ríos, presas, lagunas y mantos acuíferos están irreversiblemente contaminados o
agotados. Antes la cantidad de agua indicada como ideal para beber eran de ocho
vasos al día por persona adulta, yo hoy solo puedo beber medio vaso. La ropa es
desechable, con lo que aumenta grandemente la cantidad de basura; hemos tenido
que construir de nuevo letrinas como en el siglo pasado.
Yo vivía en el desierto cuando niño pero nos mudamos por la falta de agua; al
principio la llevaban de muy lejos en camiones cisterna, pero era muy costosa y
solo los ricos podían pagarla; la gente de pocos recursos tomaba agua
contaminada.
Muchísimos murieron de infecciones gastrointestinales, enfermedades de la piel
y de las vías urinarias.
No hay industrias, ni talleres, por lo tanto, hay desempleo. De los pocos
lugares para trabajar hoy, en las plantas desalinizadoras, donde algunos
obreros prefieren recibir agua potable en vez de salario.
Existen asaltos con el único propósito de apoderarse del aljibe con agua.
La tasa de mortalidad entre niños y ancianos es enorme a causa de problemas
renales, deshidratación, enfermedades vírales e infecciosas.
Mis padres y dos de mis hijos ya no están conmigo, murieron por esas causas.
La comida es 80% sintética. Por la resequedad de la piel una joven de 20 años
luce como de 35. Los científicos investigan, pero no hay solución posible. No
se puede fabricar agua, el oxígeno también se ha degradado por falta de árboles
lo que ha disminuido el coeficiente intelectual de las nuevas generaciones.
Se ha alterado la morfología del espermatozoide de muchos individuos. Como
consecuencia: niños con insuficiencias, mutaciones y deformaciones.
El gobierno incluso nos cobra por el aire que respiramos: 137 m3 por día por
habitante adulto.
La gente que no puede pagar es arrojada de las «zonas ventiladas»,
que están dotadas de gigantescos pulmones mecánicos que funcionan con energía
solar; no es de buena calidad, pero se puede respirar.
La edad promedio es de 40 años. En algunos países quedan manchas de vegetación
con su respectivo río que es fuertemente custodiado por el ejército. El agua se
ha vuelto un tesoro muy codiciado, más que el oro o los diamantes.
Aquí en cambio, no hay árboles porque casi nunca llueve y cuando llega a registrarse
una precipitación, es de lluvia ácida. Las estaciones del año han sido
severamente transformadas por las pruebas atómicas que se hicieron en el siglo
XX, entre otras causas.
Se advirtió entonces que había que «cuidar el medio ambiente».
Cuando mi hija me pide que le hable de cuando era joven le describo lo hermoso
que eran los bosques, le hablo de la lluvia, de las flores, de lo agradable que
era bañarse y poder pescar en los ríos y embalses, beber toda el agua que
quisiera, lo saludable que era la gente.
Ella me pregunta:
Mamá, ¿Por qué se acabó el agua?
Entonces, siento un nudo en la garganta; no puedo dejar de sentirme culpable,
pertenezco a la generación del derroche.
Hasta hace apenas cinco años se nos advirtió: «gota a gota, el agua se
agota» y no quisimos tomarlo en serio.
Ahora nuestros hijos pagan un alto precio. Por favor, cuidemos el agua y la
energía.
¡Hagámoslo por y para nuestros hijos!
El mensaje está firmado: por… ¡Mi hija!
Conclusión
Esta actividad tiene dos valiosos efectos: el acto de escribir la carta es como si se imprimiera en la mente de los participantes la experiencia y las lecciones recibidas, mientras que el hecho de recibir la carta, refuerza en los alumnos su entusiasmo por proseguir sus contactos con el mundo natural.
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Para encontrar una vida en consonancia con el ambiente, lo que debe hacerse es tener una población sensata de su pertenencia al todo que lo rodea. Se debe formar a las personas desde los primeros años para que estudien el cuidado necesario de no desaprovechar los recursos del planeta, para no percudir su entorno y para convivir con su vecino. “Pensar global, actuar localmente”. Muchas veces, esta postura individualiza las necesidades, por no decir urgencias locales y regionales.
Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).