En esta etapa en donde es clave reforzar los cuidados de la salud, desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) repasamos algunos de los principios básicos a tener en cuenta a la hora de preparar determinadas comidas y conservar la inocuidad de los alimentos.
Las claves consisten, en primer lugar, evitar la contaminación de los alimentos durante su manipulación y preparación; en segundo lugar, impedir que se multipliquen los microorganismos que puedan estar presentes; y por último, eliminarlos antes de consumir los alimentos.
Seleccionar alimentos tratados con fines higiénicos
A la hora de comprar recuerden que los alimentos no solo se tratan para su mejor conservación y para garantizar su valor nutricional, sino también para garantizar su inocuidad.
Ciertos alimentos, como frutas y hortalizas, se deben consumir mejor frescos; pero otros llevan un proceso de transformación que asegura la inocuidad del producto como, por ejemplo, la leche pasteurizada (ya que la leche cruda posee una carga bacteriana importante transmisora de distintas patologías; por lo que está prohibido su consumo directo).
Utilizar agua potable
El agua es necesaria para la elaboración de los alimentos, la misma debe ser potable; en caso que no exista agua de red debe ser hervida antes de que entre en contacto con los alimentos.
Cocinar bien los alimentos
Es una manera de eliminar todo tipo de microorganismo. De esta forma se asegura un consumo de alimentos inocuos. No hay que olvidar que la temperatura de cocción debe llegar a 70ºC como mínimo. En tanto que los alimentos congelados, deben ser descongelados en la heladera y luego cocinados.
Consumir de inmediato los alimentos cocinados
Conviene consumir los alimentos de inmediato después de cocidos ya que a temperatura ambiente pueden recontaminarse con microorganismos.
Guardar los alimentos cocinados
Deben ser guardados en la heladera una vez que los mismos se enfríen; nunca deben ser llevados al frío cuando aún se encuentran calientes ya que puede variar la temperatura dentro de la heladera, lo que favorece a la multiplicación bacteriana contaminando todo su contenido.
Evitar el contacto entre los alimentos crudos y cocidos
Un alimento cocido puede contaminarse si entra en contacto con alimentos crudos, esto se denomina “contaminación cruzada”.
Por este motivo, se debe tener sumo cuidado en lavar bien los utensilios empleados para cocinar entre una preparación y otra.
Lavarse las manos a menudo
Es necesario lavarse las manos antes de empezar a preparar los alimentos y después de cualquier tipo de manipulación.
Si se preparan alimentos crudos –como pescado, carne o pollo– hay que lavarse las manos antes de manipular otros productos alimenticios.
Mantener limpia la cocina
Mantener limpias todas las superficies de la cocina y desinfectadas con elementos o productos bactericidas.
Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales
La mejor medida de protección es guardar los productos alimenticios en recipientes cerrados para evitar el contacto con roedores e insectos, los que transportan microorganismos nocivos para la salud humana.
Para obtener más información sobre recomendaciones para el consumo de alimentos y prevención de enfermedades, puede dirigirse a la sede del Centro Regional Buenos Aires Norte del Senasa, en la localidad bonaerense de Chivilcoy o ingresar a www.argentina.gob.ar/senasa