Por el equipo del Museo de Arte Municipalidad de Mercedes (MAMM) – Aquí vivía Don Carlos Landini, quien instaló uno de los equipos transmisores más modernos de la época. El, junto a Don Eduardo Viganó, marcaron historia desde Mercedes en estos cien años de radio en el país.
El 27 de agosto de 1920 Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica dieron inicio a la radiofonía argentina cuando transmitieron la ópera Parsifal desde la terraza del Teatro Coliseo. Esa fue la primera transmisión radiofónica (integral y completa) de un programa de radio, realizada por los cuatro radioaficionados que pasaron a la historia como los Locos de la Azotea.
La rudimentaria tecnología de la época no permitía una gran calidad sonora pero de todas maneras, la novedad generó tal entusiasmo que los conciertos debieron repetirse en los días. Luego prosiguieron con audiciones improvisadas, en algunas de las cuales Susini también cantó en distintos idiomas. De tal modo, las puestas al aire prosiguieron desde otros escenarios, como el Teatro Colón, y hasta empezaron a emitirse noticias.
De aquellas experiencias surgió Radio Argentina (también llamada Sociedad Argentina de Broadcasting, Broadcasting de Crítica y Radio Prieto-Argentina), la primera estación de radio de emisiones regulares en Argentina y la primera de habla hispana en el mundo.
Y Mercedes, en esa década gloriosa del inicio de las telecomunicaciones, es una ciudad pionera en la historia de la radiofonía Argentina y esa historia está ligada con la casa donde hoy se encuentra ubicado nuestro Museo de Arte Municipalidad de Mercedes; porque fue la casa de don Carlos Landini, un radioficionado de mucho prestigio en el país, que tenía su estación Lu-SDP, radioestación de ondas cortas. Un oscilador maestro, de cerca de un kilovatio de potencia, siendo su alcance mundial tanto en telegrafía como en telefonía. Muy moderna para la época.
Don Carlos Landini se incorpora en 1922 con este receptor en su casa, continuando en los triunfos de escuchar lo poco que en aquel tiempo estaba por el aire. Al año siguiente, en 1923, Landini instala en su casa un transmisor modulado, de telefonía marca IARA, armado en Buenos Aires, con el cual consiguió buenos triunfos, pero siendo Landini conocedor de la telegrafía y entusiasta de este sistema de comunicación, armaron con Eduardo Viganó un emisor telegráfico, con el cual consiguieron buenos comunicados con países sudamericanos. En 1924 levanta don Carlos Landini su famoso mástil, bien conocido de los mercedinos y admirado de los visitantes forasteros. Ese mismo año obtiene su licencia oficial para Lu-8DP.
Eduardo Viganó, inclinado muy especialmente por la faz técnica de la radio, llegó a hacer algo así como el “radioloco N° 1 en la ciudad y con Landini hicieron muy buenos comunicados por todo este continente, en telegrafía. Puede decirse que Mercedes estaba bien representada en esas experiencias, pués no faltaba capacidad, tesón y entusiasmo ni entre los aficionados y una buena parte del público que los acompañaba en sus triunfos.
Una nota interesante, fue la transmisión de las incidencias de una gran carrera disputada en 1928 en el circuito “París Gianinni” de nuestra ciudad, con los transmisores instalados por Viganó sobre la misma pista. Dícese que ha sido una de las primeras transmisiones de esta índole que se hicieron en la zona.
En esta casa, donde funciona hoy nuestro Museo de Arte Municipalidad de Mercedes, la radioelectricidad, maravilla de la década del 20, tuvo desde el primer momento, entusiastas cultores y experimentadores que son parte de los 100 años que se festejan de la radiofonía argentina.