Una familia de barrio Loreto fue sometida y secuestrada por delincuentes que ingresaron a su casa cuando dormían. El hecho terminó en Jáuregui y un hombre fue golpeado.
l sábado a la madrugada se produjo un violento intento de robo y toma de rehenes que comenzó en el barrio Loreto y finalizó en la localidad de Jáuregui. Cerca de las 4 de la madrugada, una familia compuesta por un matrimonio y una hija de 8 años, fue sorprendida cuando dormía por los propios delincuentes que ya se encontraban en el interior de su vivienda ubicada en barrio Loreto. Los ladrones forzaron una reja de una de las ventanas para poder ingresar.
A partir de allí comenzó un drama psicológico que se extendería por más de una hora. Los ladrones, que según pudo saber EL CIVISMO eran al menos tres y se encontraban armados, sometieron a la familia y le exigieron que entregara una suma importante de dinero que presuntamente se encontraba escondida en la casa.
No fue un hecho al voleo. Quedó claro para la Policía y las víctimas que los delincuentes contaban con cierta información. El problema fue que el dato era incorrecto y ese dinero no existía.
De esta forma, ante la insistencia de las víctimas en asegurarles que no tenían la plata, revolvieron toda la casa durante una hora con la familia maniatada. Incluso el hombre le ofreció su tarjeta de débito e ir a un cajero para retirar todo lo que tenía en su cuenta. Pero los ladrones se negaron.
De acuerdo a fuentes consultadas por este medio, los malvivientes tenían alrededor de 30 años, actuaron armados y llevaban barbijos y gorros que impedían ver con claridad sus rostros. De todas maneras, hasta allí no se comportaron de forma extremadamente violenta.
Las cosas se complicaron cuando los delincuentes decidieron ir en busca del dinero a la casa del padre de la mujer, la familia D’Amico, en la localidad de Jáuregui, un apellido muy conocido y apreciado en el pueblo que el año pasado debió cerrar su panadería.
De este modo, los ladrones se subieron al Ford Taunus con las víctimas en su interior y emprendieron camino hacia el domicilio de D’Amico. Al llegar, Darío D’Amico se encontraba despierto y escuchó los gritos desesperados de su hija que pedían que le abrieran la puerta. Cuando lo hizo, uno de los delincuentes se le abalanzó e intentó someterlo. Pero Darío se resistió y comenzó una pelea que lo dejó con un corte en la cabeza y golpes en la espalda y las piernas.
Ante esta dramática escena, la esposa de Darío D’Amico logró salir por la puerta del frente de la casa a los gritos en busca de ayuda de algún vecino. Ante ello, los delincuentes decidieron emprender la fuga sin llevarse nada. Más tarde la Policía encontró abandonado el Ford Taunus no muy lejos de allí. Lo que hace suponer que fueron escoltados por otro auto.
Info: El Civismo / Patricio Grande
