Postura de la Red del Río Luján frente a las Obras de la etapa II

Por Asociación Civil SOS Hábitat – Desde la presentación del Plan orientado a resolver el problema de las inundaciones, la Red viene denunciando:

-La carencia de una mirada integral que no sólo considere los aspectos hidráulicos sino también los ambientales.
-La falta de legitimidad de las obras debido a cuestiones institucionales y legales.

Me referiré a varios aspectos que refrendan nuestra postura:
1- No se considera la eliminación de las causas que provocan las inundaciones: No se analiza la determinante relación de algunos factores de ocupación del suelo con el incremento de las inundaciones en la cuenca, como son la ocupación de las riberas por desarrollos inmobiliarios e industriales que obstruyen el normal flujo del río. Tampoco se hace referencia a la presencia de canales clandestinos en los campos, que desagotan rápidamente los excedentes hídricos acumulados y recargan los arroyos de la cuenca. Por el contrario, el Plan ha dejado intactas estas causas que se sigue reproduciendo en la cuenca (Ej. Ocupación de humedales por un Parque Industrial en Escobar) y que en unos años podrían dejar obsoletas las actuales obras.

2- Los EsIAs de las obras correspondientes a las Etapa I y II y al Canal Santa María, por diversas razones, han subvalorado la alteración del ambiente que ellas provocarán:
-Falta un análisis de los impactos ambientales del conjunto de obras del PMRL: El EsIA de la Etapa II A, objeto de esta audiencia, solo evalúa el efecto individual de la obra que abarca una longitud de aprox. 17 km. Esta situación también se ha dado en los estudios de as obras anteriores. No se considera el hecho de que, la suma de todas las obras, dan un total de aproximado de 50 km del cauce del río intervenido, o sea un 40 % de su recorrido. Así, se obtiene una visión absolutamente fragmentada del impacto total que recibirá el río porque se ha obviado evaluar la acumulación y sinergia de impactos que generarán el conjunto de estas obras. Esto es particularmente cierto en el caso de una cuenca hidrográfica, que constituye una unidad cuyo núcleo central es el río principal. De manera que cuando éste es intervenido con obras hidráulicas estructurales como las que se plantean en este estudio, toda la cuenca es afectada.

-En la línea de base ambiental del proyecto y en el Área de Impactos Indirectos, no se han incorporado importantes áreas: esto resulta de suma gravedad porque no se consideran los impactos sobre numerosos factores ambientales y sociales. Esto es especialmente cierto en la cuenca medio-baja (partidos de Pilar, Campana y Escobar), receptora de los impactos directos e indirectos del conjunto de obras estructurales del Plan de obras, lo que resulta de absoluta relevancia porque allí se encuentra áreas no consideradas como el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos e importantes humedales asociados a la planicie de inundación del río, que podrían ver alterada su integridad y sus funciones ecosistémicas.

A estas omisiones se deben sumar las imprecisiones observadas en la descripción del medio; la falta de un análisis ecosistémico, por sobre el descriptivo, que analice las interacciones de los factores del medio; la vaguedad en la descripción de las categorías de valoración de los impactos y la focalización excesiva en la etapa constructiva y poco en la operativa. Todo contribuye para que la Matriz de Evaluación Ambiental minimice muchos impactos, los describa inadecuadamente o directamente obvie varios otros.

Esto resulta de extrema gravedad porque se configura una situación de gran incertidumbre en relación a la verdadera perturbación ambiental que recibirá la cuenca.

3- Se descartó, desde sus inicios, la posibilidad de evaluar los beneficios de preservar y restaurar los humedales de la cuenca: cuando esta alternativa, ya desde hace muchos años, está siendo elegida en el mundo desarrollado por sus mayores beneficios frente a los planes exclusivamente hidráulicos.

Así, se seleccionaron obras hidráulicas y se descartó la preservación de los humedales que son bienes públicos que benefician a la sociedad en forma gratuita con sus extraordinarios servicios ecosistémicos, tales como protegernos de las inundaciones, recargar los acuíferos que abasten a millones de hogares, purificar la calidad del agua, absorber los gases responsables del cambio climático, etc.

Las obras de modificación del cauce eliminarán en forma directa, al menos, 300 ha de humedales, mientras otros serán eliminados o degradados por los cambios hidrológicos que se producirán. Estas importantes perturbaciones no son consideradas en el Estudio.

4-Los barros a extraer del cauce del río: se expresa en este Estudio y en el de la Etapa anterior que el hecho de no extraer los lodos del fondo del río, implica no trabajar con suelos contaminados por las descargas industriales y de otro tipo. Sin embargo, como se reconoce en el propio estudio, se han encontrado en el agua metales y compuestos orgánicos (Ej.: Mercurio, Cadmio, arsénico y cobre) en concentraciones tóxicas para la vida acuática. Estas sustancias sedimentan no sólo en el lecho del río sino también en sus márgenes, sin embargo, no se hace una caracterización química de los barros de las márgenes del cauce menor, haciendo la errónea suposición que no están contaminados. Por otra parte, los barros estarán saturados de esta agua contaminada y podrán lixiviar cuando son depositados en la ribera o en los recintos, contaminando el área circundante. Nada se dice de esto. Tampoco se habla del glifosato, AMPA y otros pesticidas que fueron hallados por un estudio de la calidad del agua de la Cuenca del Plata ( Centro de Investigaciones Medioambientales, UNLP, Dr. Damián Marino) que reveló al río Luján como el más contaminado de la cuenca con pesticidas.

Por otra parte, en la caracterización de los sitios aptos para los recintos no se da ninguna pauta acerca de si podrían producir algún tipo de perturbación en la escorrentía superficial del agua, pues no están señaladas las cotas de nivel del terreno.
5-En cuanto a las Medidas de comunicación y relacionamiento:
Esperamos que para la disposición de los barros de la Etapa II se cumplan las Medidas de comunicación y relacionamiento con los vecinos que no se cumplieron en la Etapa I, donde se ofrecieron a los vecinos del Barrio Carabassa y de una tosquera cercana sin la debida información sobre la naturaleza de los barros.

También resulta esencial comunicar a la población que las obras no pueden garantizar que las inundaciones se eliminarán por completo, pues de lo contrario vivirán una sensación de falsa seguridad. Para el diseño de estas obras hidráulicas se consideró la inundación del 2014 durante la cual, en la localidad de Luján, el río alcanzó una altura de 5,32 metros. Se descartaron otras inundaciones mayores, como la de los años 1985 (6,4 metros) o aún mayores como la de 1895 (9,05 m). Si la crecida superará las medidas del diseño de obra, al desbordar el río, lo hará con una enorme velocidad que puede arrasar con todo, no sólo afectando a la cuenca baja sino a la propia cuenca media.

5-Las obras y su orden de realización se han ido modificando generando nuevos riesgos:
El orden lógico de realización se modificó y la ampliación del puente de la Ruta Nacional N° 9 no se llevará a cabo. Eliminar este verdadero embudo (como lo reconocía originalmente el Estudio realizado por la Consultora Serman) resultaba esencial antes de realizar las obras de rectificación que traerían más rápido el agua a la cuenca baja y se encontrarían con este escollo. Al eliminarse esta ampliación, se drenarán rápidamente las aguas del río a la altura de la ciudad de Luján para acumularlas en la cuenca baja. Se podrían ver afectados vecinos de Pilar, de Campana y Belén de Escobar, tierras productivas de estos partidos y de Exaltación de la Cruz, así como también, aumentarían las posibilidades de cortes en la Ruta Provincial N° 4 y las Rutas Nacionales N° 8 y N° 9. Esto último estuvo a punto de ocurrir en la inundación del 2014.
No es la primera vez que se dan marchas y contramarchas con las obras. La ampliación del canal Santa María, cuestionada en cuanto a su verdadera utilidad, se pretendió modificar sin justificaciones hidráulicas, económicas ni ambientales.

6-Las obras de este plan carecen de legalidad: para las obras del Canal Santa María no se convocó a audiencia/consultas públicas según lo estipula la Ley General del Ambiente N° 25.675. Para la Etapa I se realizó una supuesta “audiencia virtual” que no cumplía con los requisitos de la Ley de audiencias públicas, por lo que la organización Ambientalistas autoconvocados ha presentado una cautelar. Con este proceder se evitó dar participación a la ciudadanía, ignorando no sólo a los vecinos afectados por las obras sino a la comunidad científica que ha sido crítica de las obras de rectificación. La presente audiencia sólo permite exponer sobre una de las obras, mientras ya se está perpetrando un enorme daño con las obras en curso.

Tampoco se ha terminado de conformar el Consejo Consultivo, espacio para la participación pública que es parte del Comité de Cuenca del río Luján. Hasta el día de la fecha, sólo se ha llevado a cabo una reunión del Consejo Consultivo siendo que desde el 6 de diciembre de 2017 está en funcionamiento el COMILU. Pese al reconocimiento de la CAF de su importancia como ámbito para escuchar las recomendaciones y objeciones de la comunidad, también se ha conculcado este derecho a la ciudadanía.

7-Solución obsoleta: La tendencia en los países desarrollados es “construir con la naturaleza”, es decir, acompañar los procesos naturales y no ir en contra de ellos. Por eso, en vez de canalizar, rectificar y/o torcer los ríos se multiplican los proyectos que buscan recuperar los sistemas hidrológicos alterados por el hombre: en Holanda tienen el Proyecto Rooms for rivers, en Estados Unidos el del río Kissimmee; en Europa el Proyecto del río Rhin y varios ríos alpinos, etc.
Cada vez es más claro que la destrucción de los sistemas naturales sólo trae dolor y daño para las sociedades humanas y que es un falso paradigma considerar a esto como progreso. Sin embargo, la provincia de Buenos Aires se empeña en seguir destruyendo sistemáticamente sus cuencas (Matanza -Riachuelo; Reconquista; Salado; Areco) y , ahora, caerá la del Luján.

Lamentamos profundamente lo que está ocurriendo y no queremos personas inundadas, pero NUNCA la destrucción de los ríos puede ser la solución a las inundaciones
La verdadera solución es el ordenamiento territorial que deja a los ríos su espacio natural.

Enlace para ver las audiencias:

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