En la tarde del sábado un grupo de vecinos se congregaron en la plaza de la estación de trenes con el objetivo de marchar por las calles céntricas de la ciudad y terminar en la plaza San Martín contra el pase sanitario. Caminaron por la calle 25, por la 30 y por la 29 para terminar frente al Palacio Municipal donde cantaron el Himno Argentino y luego cruzaron a la plaza para hablar delante de los presentes a expresar su opinión ante una medida que rige en la provincia de Buenos Aires desde el 21 de diciembre.
Vecinos vacunados, vecinos no vacunados, vecinos que no quieren demostrar a otra persona sus datos personales de salud, vecinos que se sienten discriminados, vecinos que no pueden ingresar a oficinas municipales a renovar su licencia de conducir o a pagar las tasas, vecinos que no puden ingresar al banco donde tienen su dinero, vecinos que expresan que el pase sanitario coarta la libertad de circular y los derechos de todos. Vecinos que hicieron su planteo ante la justicia, o vecinos que en cada lugar que se lo pide, da media vuelta y se retira.
Banderas argentinas y carteles con diferentes consignas se congregaban detrás de un gran pasacalle que expresaba “No al Pase Sanitario”. Consignas como “Los Niños no se Tocan”, “Ayudanos a para este atropello”, “No al pase sanitario en las aulas”, “respeten los tratados internacionales de los DDHH”, “No es pandemia, es dictadura”, “libertad”, “Mi libertad no se negocia”, “respeten la Constitución Nacional”, “Mi cuerpo mi decisión”, “libres para elegir circular y trabajar”, “quiero ser libre”, “¿Dónde quedó la inclusión?”, “respeten el futuro de nuestros niños”, “la Constitución Nacional no se suspende por emergencia sanitaria”, con la cita de los artículos constitucionales que se avasallan con la resolución que establece el pedido de un pase que refleje el sistema de innoculación contra el covid-19 completo.
Autoconvocados, caminaron por las calles céntricas, se detuvieron en la Secretaría de Salud y en el Palacio Municipal. Megáfono en mano, Eduardo (uno de los vecinos movilizados) iba repitiendo las consignas y explicando los motivos que los unían contra el pase sanitario, así como la enumeración de los artículos constitucionales (arts. 19, 28, 29, 33 y 75 inc 22) y del código civil y comercial (arts. 17, 51, 52, 56, 58, 59, y 1757), del código penal (arts. 149 bis y 248) y leyes relacionadas con los derechos de los pacientes (Ley 26529), y de protección de datos. “Estamos por los derechos de todos, En contra de nadie y a favor de todos”, reclamaba mientras el estribillo de la canción que se escucha decía “ya no les creemos, no”.
Palabras de los vecinos
“No estamos en contra de las vacunas. Lo que no puede hacer una persona es obligar a otra innocularse con algo que hoy por hoy es experimental. La discriminación es el resultado de querer imponer esto. El respeto hacia el otro es la base de la Constitución Nacional. Todos los artículos están pensados en el respeto de uno hacia el otro. Ningún decreto puede estar por encima de la Carta Magna de las leyes”, resaltó Eduardo en la plaza San Martín.
Por su parte, Silvina expresó su preocupación como madre. “No quieren hacer obligatoria la vacuna porque saben que se tienen que hacer cargo si nos pasa algo. Estoy esperando que algún médico me diga ‘vacunate, yo me hago de las consecuencias’. Pero no lo encuentro. Quiero que mis hijos puedan terminar la escuela, que no queden desescolarizados porque no están vacunados. Quisiera poderme vacunar con tranquilidad, pero no puedo. Nadie me da la tranquilidad de que me voy a vacunar y no me va a pasar nada. No se hacen cargo y por eso no la ponen obligatoria. Es nuestra salud”, expresó.
“Cada vez hay más vacunados y cada vez más contagiados. Hay países que están todos vacunados e igual hay contagios con nuevas cepas, pero los responsables somos nosotros que no estamos vacunados?”, se preguntó Silvina. A lo que agregó que en Francia, una compañía de seguros no quiso abonar el seguro de vida de un fallecido porque la persona fallecida se había “prestado a un experimento” de vacunación contra el covid. “Lo consideran suicidio si te morís después de la vacuna, desde un seguro. La Corte Suprema le dio la razón al Seguro”, resaltó.
Un poco más allá, Eugenia recalcó la necesidad de “dudar” sobre lo que presentan como “pretexto de la seguridad”. “Es dificil estar acá, pero creo que es importante hacer una reflexión sobre lo que se empezó a llamar responsabilidad. La responsabilidad es estar en situación de responder. Aquí estamos nosotros. Absoluta e integramente responsable de lo que decimos y pensamos. La responsabilidad no tiene que ni siquiera con nuestro derecho individual, sino con el hecho de hacernos cargo de las decisiones que tomamos por la sobrevivencia de nosotros mismos y por la sociedad que queremos, por los hijos que tenemos, por los que queremos tener o por lo que tenga el prójimo. Estamos hablando de un pueblo que no piensa en su futuro, es un pueblo que se aniquila a sí mismo”, marcó.
Por su parte, Walter, un vecino que está vacunado con dos dósis, dijo que se hizo presente para reclamar contra el pase sanitario ya que se opone a la Constitución Nacional, más allá de que el programa de vacunación “explícitamente” dice que es optativo. El vecino contó que en un consultorio médico le pidieron el pase para hacerse un estudio. Lo presentó para evitar una discusión, pero su reacción fue negativa. “En el momento que muestro el pase sanitario figuran datos que no está bien que otra persona los tenga. Son datos privados. Me parece que es un avasallamiento. Si hay una persona que necesita atención médica por un tratamiento y no tiene el pase puede que no lo atiendan. No estoy de acuerdo que con eso. Creo que el gobierno tiene que escuchar a la población y que tanto los vacunados como los no vacunados, tenemos motivos para vacunarnos o no. No me gusta que se descuiden otras patologías”, resaltó.
Luego de dos horas de encuentro, de diálogo, de intercambiar opiniones y situaciones por las cuales pasaron cada uno de ellos, así como temores varios sobre las consecuencias de las “vacunas contra el covid”, sobre la incertidumbre de lo que sucedería a los más pequeños si se innoculasen, fueron desconcentrándose desde la plaza central de la ciudad.
Fotografías: Clarisa Altieri