En el ocaso del verano, se vienen los días frescos de los cuales ya vislumbramos algunos, y con ellos, las enfermedades típicas de la temporada. Resfríos, gripes, catarro, anginas, son habituales en el otoño invierno, para adultos y sobre todo, niños, que se contagian comúnmente en la escuela.
Esto no sería problema si no fuese que atravesamos por estos días la sexta ola de coronavirus, con predominancia de la variante Ómicron -o B.1.1.529- cuya principal característica es una mayor transmisibilidad y escape a la inmunidad, ya que cuenta con 50 mutaciones del virus original.
A pesar de ello y de que aún sigue causando miles de muertes alrededor del mundo, provoca una enfermedad mucho más leve que su predecesora, la variante Delta del SARS-CoV-2.
Aunque los cuadros clínicos son similares, hay algunas señales que pueden ayudarnos a interpretar ante qué patología estamos.
La más común o leve, es el resfrío o catarro. Según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los síntomas alcanzan su punto máximo a las 48 o 72 horas, mientras que suelen desaparecer entre el séptimo o décimo día.
- Estornudos
- Congestión nasal
- Moqueo
- Dolor de garganta
- Tos
- Goteo de mucosidad en la garganta
- Lagrimeo
- Fiebre (poco frecuente)
La gripe estacional por otra parte, se detecta fácilmente por la aparición repentina de fiebre, una de las primeras señales de esta enfermedad infecciosa. La tos puede ser intensa y persistir hasta por dos semanas, aunque la fiebre y el resto de los síntomas pueden desaparecer a la semana, sin necesidad de atención médica.
- Fiebre
- Tos seca
- Dolores musculares y articulares
- Dolor de cabeza y garganta
- Malestar general intenso
- Abundante congestión y secreción nasal
Finalmente, los síntomas de la variante Ómicron pueden variar entre personas vacunadas frente al covid-19 y las que no lo están. La diferencia con otras cepas es que los contagiados no pierden el sentido del gusto o el olfato, y un porcentaje menor ha manifestado sufrir episodios de sudores nocturnos.
- Fatiga extrema
- Fiebre
- Taquicardia
- Ritmo cardíaco elevado
- Dolor muscular
Fuente: GLP (grupolaprovincia.com)