Por Susana Spano – El 5 de abril, en una cálida mañana otoñal, un grupo de personas se reunió en la esquina de 27 y 28, para celebrar el acto de homenaje y agradecimiento a un hombre que dedicó su vida al estudio de la historia, no solo como investigador, sino también como docente: Ricardo Tabossi
Quienes tuvimos el privilegio de estar presentes escuchamos varias alocuciones, la de la profesora Mónica Brown, en representación del Instituto Juan Manuel de Rosas autor del proyecto de ordenanza, el Intendente Municipal, Dr. Juan Ignacio Ustarroz, un amigo personal, el Dr. José Luis Zamitto y su esposa Adriana Tabossi, quien comenzó su evocación diciendo:
“Ricardo tuvo una novia desde los 13 años, a la que siempre fue fiel y jamás dejó”…
Conmovida, Adriana desgranó anécdotas de su labor como investigador, su celo por la tarea y su rigor científico.
Mientras pequeñas hojas amarillas caían sobre la acera y las palabras fluían a nuestro alrededor, no pude dejar de evocar la figura del profesor, andando por la calle 27, tan cara a sus sentimientos, envuelto en su característico poncho rojo que con tanto orgullo lucía.
El momento esperado llegó. La familia Tabossi – esposa, hijos y nietos – se acercó a la pared de esa esquina especial y descubrieron una placa que reza así:
27, entre 28 y 30, por Ordenanza Municipal del Honorable Concejo Deliberante de Mercedes 8297/2019, pasa a llamarse Ricardo M. Tabossi
A continuación su hijo, el padre Gabino Tabossi, trazó una semblanza, clara y precisa de su padre y bendijo la placa
Ricardo Tabossi fue un hombre íntegro, fiel a sus convicciones, coherente entre el decir y el hacer, sin ostentaciones, dispuesto a trabajar en pos de la historia y la búsqueda de la verdad.
A solo 3 días de cumplirse el 40° aniversario de la recuperación de las Islas Malvinas se honró su memoria con esta placa alusiva. A modo de homenaje, deseo compartir en esta humilde crónica el tramo final de la última nota que nos concedió en el año 2017 sobre el tema. En ella expresa su pensamiento más emotivo sobre la gesta de Malvinas que tanto amó.
(…) “Charles Maurras decía que…La Patria es el suelo sagrado de nuestros padres y la tierra o la semilla de nuestros nietos.
Así como hay herencias patrimoniales, también las patrias tienen las suyas. El solar de la Patria es el que hemos heredado de nuestros padres y de nuestros antepasados y, así como hay una democracia plebiscitaria – la de cada dos años – , también hay una democracia de los muertos, que son aquellos que todo lo ofrendaron justamente para dejarnos este solar patrio, que tenemos el deber de preservar. (…)
Estoy convencido de que cada generación es llamada por las voces del destino: la generación Belgrano, la generación San Martín… la generación Malvinas, del 82, cumplió con lo suyo, hizo carne y verdad el juramento del 20 de junio, ante la Bandera: Defender la Bandera y la Patria con la propia vida. Nos queda a nosotros – esta generación – estar a la altura de la generación Malvinas”.
— ¿Cree que se podrán recuperar algún día?
— R.T – “Creo en el valor del Espíritu y para mí Malvinas es, fundamentalmente, un hecho espiritual más que un hecho bélico y sabrá juzgar la Providencia, de acuerdo a nuestras oraciones. Rezar, porque Malvinas sea la versión profana de la parábola del Hijo Pródigo: aquel padre que esperó durante tanto tiempo el regreso del hijo que volvió después de haber gastado la herencia… ¿Por qué, Malvinas no puede ser una versión profana del Hijo Pródigo? Tenemos que esperar, rezar y, desde luego, estar en condiciones materiales de actuar en el momento que se deba actuar”.
– ¿Para finalizar, que es para usted Malvinas? –
– R. T. – “Malvinas, como dije hace un momento, al ser un hecho espiritual es ejemplo, es modelo, es referencia y es la expresión y la manifestación del más sublime de los mandamientos, el mandamiento del amor. Es un gesto de amor y no hay amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos o por lo demás. Eso es Malvinas para mí y ese es mi compromiso”.
Por éstos y tantos otros pensamientos y escritos que nos dejó para reflexionar…
¡Gracias Profesor Tabossi!
