Por Cristián Frers* – El impacto creciente de las actividades humanas en la naturaleza está provocando una pérdida de biodiversidad acelerada. La causa principal es la destrucción de ecosistemas, cuando se ponen tierras de cultivo sobre tierras vírgenes, desecando pantanos o talando bosques o cuando se cambian las condiciones de las aguas o la atmósfera por la contaminación o cuando se destruyen hábitats en la extracción de los recursos.
La biodiversidad, también llamada diversidad biológica se refiere a la variedad de la vida, y el concepto contempla niveles de la organización biológica, desde las plantas hasta los animales, variaciones genéticas, paisajes, ecosistemas y procesos ecológicos como evolutivos.
En la actualidad, existe un motivo común de inquietud, es el hecho que las actividades humanas han reducido la diversidad biológica a escala mundial, nacional y regional y que esta tendencia no ha mostrado signos de modificarse. Esto se manifiesta en la pérdida de poblaciones de animales y vegetales, en la extinción y agotamiento de los recursos y en la simplificación de ecosistemas y comunidades.
Más del 20% de los 7,7 millones de especies de animales de la Tierra se encuentran en peligro de desaparecer. La categoría de “peligro de extinción” es aplicada cuando todos los representantes de ese conjunto de animales corren riesgo de morir sin dejar descendencia.
De esta forma, se encuentran en estado de peligro el 13% de las aves, el 21% de los reptiles, el 26% de los mamíferos, el 41% de los anfibios, el 37% de los tiburones y rayas y el 28% de los crustáceos.
Si bien la conservación de las especies en peligro es una tarea enormemente compleja, una de las acciones que puede ayudar es evitar la deforestación, la fragmentación de hábitats y perseguir la caza ilegal y el tráfico de especies. Crear reservas naturales e impulsar planes de reproducción y reintroducción y mejora genética también puede contribuir, según especialistas. Todos los expertos coinciden en que impedir el cambio climático también es una forma de ayudar a preservar las especies.
Argentina tiene 34 especies animales que se encuentran entre ellos y les contamos cuáles son:
-Carpincho: Por su gran tamaño se convirtió en el mayor de los roedores vivientes. Si bien no es una especie que muestra problemas en su conservación a lo largo del país, crece la preocupación entre los biólogos porque en algunas regiones se han reducido drásticamente sus poblaciones, debido a la fuerte presión de caza que sufre por el consumo de su carne y el aprovechamiento del cuero en marroquinería. En los últimos años, en las redes sociales se difundieron masivamente los efectos que tiene la quema y/o construcción inmobiliaria sobre los humedales: su hábitat natural.
-Aguara Guazu: Es un zorro de pelaje largo y rojizo que vive en América del Sur. En Argentina se encuentra en las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe y Córdoba, Santiago del Estero y Misiones. Se cree que quedan aproximadamente 800 animales de esta especie y los científicos lo explican principalmente por la pérdida de su hábitat que son los pastizales, humedales y bosques. La caza, el atropellamiento en rutas, su comercio ilegal y el mascotismo también son factores importantes.
-Yaguarete: En nuestro país se encuentra en peligro crítico de extinción. Debido a la caza furtiva, la degradación de su ambiente y fundamentalmente a la pérdida de su hábitat. A principios de siglo XX esta especie se encontraba hasta la Patagonia argentina, pero desde entonces su distribución se redujo un 95 % por la expansión de la frontera agraria.
-Tordo Amarillo: Se estima que en el país hay solamente 600 individuos, por lo que está catalogada como en peligro crítico de extinción. Originalmente esta especie habitaba desde Misiones hasta el sur de la Provincia de Buenos Aires, pero actualmente se encuentran sólo tres provincias: Misiones, Corrientes y Entre Ríos. El tráfico ilegal, la pérdida de hábitat y las sequías que azotan las provincias donde se encuentran, afecta profundamente a esta ave.
Hay varias formas de explicar la utilidad de cada especie para la vida del planeta. Algunos resultan obvios como el de las plantas y animales de los que el ser humano se alimenta o el plancton fotosintético en el mar que, así como las plantas verdes, brindan el oxígeno que todos respiramos.
La biodiversidad es esencial para la vida y los seres humanos dependen de ella. Nosotros utilizamos elementos de la biodiversidad en nuestra vida diaria para la alimentación, medicina y construcción, entre otros. También nos presta importantes servicios ambientales como la captura de CO2, el control de la erosión, la regulación hídrica, y el turismo. No menos relevante es su importancia cultural y estética para pueblos alrededor del mundo.
Efectivamente ya debería bastarnos el solo hecho de no alterar sustancialmente la delicada trama que une a los seres vivos entre sí, y que nos recuerda que cada especie ocupa un nicho ecológico peculiar que, con su extinción, o bien queda vacante o es ocupado por otras especies más ubicuas. Con lo cual se simplifican o desaparecen cadenas alimenticias singulares, y como si esto fuera poco, el solo derecho a coexistir en el planeta Tierra en las especies vegetales y animales debería erigirse como el principal argumento para evitar la extinción por todos los medios.
*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).