Pidieron medidas concretas, efectivas y a la brevedad. Dijeron que no se ven policías en las calles. Estimaron que se roban unas cinco motos por semana. Hay barrios donde dejaron de repartir en horas de la noche.
Autor: Gustavo Charino, El Civismo
Unos 50 repartidores que trabajan en motos mayormente para la aplicación Pedidos Ya, realizaron una ruidosa protesta debido a la inseguridad que están padeciendo.
Cerca del mediodía llegaron a la Municipalidad y luego se trasladaron hasta San Martín y Francia donde hicieron sonar sus bocinas mientras generaban una importante congestión de tránsito.
Minutos después, se trasladaron hasta Plaza Belgrano donde hablaron con el secretario de Protección de la Comunidad, Adrián Feijoo, al que exigieron seguridad, expusieron el cuadro de situación que están atravesando y pidieron soluciones de manera inmediata.
La protesta se llevó a cabo a días de haber mantenido una reunión en la que, evidentemente, no quedaron conformes los llamados deliverys. “Esto se debe a la inseguridad que vivimos todos los días en la calle. Ya no se puede más porque cuando salimos a laburar no sabemos si volvemos a nuestras casas”, explicó Agustín.
Sin dudas, el hecho ocurrido el sábado de la semana pasada en horas de la noche en barrio San Bernardo cuando un policía que trabaja como repartidor fue asaltado y enfrentó a cuatro delincuentes, matando a uno e hiriendo a otros dos, fue “la gota que rebalsó el vaso”, agregó Agustín, uno de los portavoces del sector.
“No podemos esperar que maten a uno de mis compañeros. Necesitamos respuestas del Municipio. Hubo una reunión, pero estamos en desacuerdo con los que nos ofrecieron”, subrayó.
Aunque el programa Repartidores Seguros sigue funcionando, coincidieron que ya no tiene la eficacia que se había propuesto cuando comenzó a ser aplicado, también a partir de una oleada de atracos que sufrieron los repartidores.
Actualmente, se utiliza para comunicar siniestros viales “pero a la hora de un robo no es una respuesta certera porque no tenés tiempo para enviar un mensaje. No es efectivo, necesitamos un rastreo en la moto y más presencia policial en las calles”.
Los repartidores piden contar con GPS en las motos y que el Municipio se haga cargo del costo del equipo. La Municipalidad ofreció hacerse cargo de la instalación de los dispositivos en el taller de mecánica ligera que cuenta y luego conectarlos al COM para que sean monitoreados de manera permanente. El GPS tendría un costo de unos 15 mil pesos.
Mientras tanto, contaron que hay barrios que por las noches ya no hacen repartos. Los lugares más inseguros son: San Bernardo, Juan XXIII, Lanusse al fondo, Villa del Parque, Ameghino, Elli, Padre Varela y el cruce de vías de Pascual Simone donde, para ser atracados, antes son atacados a piedrazos. Estimaron que al sector le están robando unas cinco motos por semana.
El secretario Feijoo consideró que el reclamo es “genuino” y propuso que los deliverys se bajen una aplicación en sus celulares para estar conectados con el COM y adecuar el Programa Repartidores Seguros. Sin embargo, esto fue rechazado por los repartidores al entender que la app de georeferencia presenta en la práctica más deficiencias en lugar de ser una herramienta útil.
“La realidad es que no se ve un patrullero en las calles y usted es consciente de eso”, retrucó Franco, otro de los repartidores en la plaza al funcionario y graficó que las respuestas del COM suelen demorar “20 a 25 minutos cuando enviamos que nos están robando o persiguiendo”.
“En el celular no nos sirve porque nos roban el celular”, planteó otro muchacho y todos coincidieron. Por su parte, otro trabajador pidió un móvil policial cerca del hipermercado Chango Más y que se reponga la iluminación tras ser robado el tenido de cable.
San Bernardo es, según lo escuchado, el barrio más peligroso para hacer reparto por estos tiempos. “A nosotros nos robaron cuatro motos en un mes”, aseveró un joven. “Está la (Sub) DDI y te roban a dos cuadras. Yo le llevo pedidos y están jugando a las cartas”, comentó otro repartidor.
También pidieron que los policías motorizados extiendan su horario de trabajo hasta la medianoche o 1 de la madrugada y que tengan motos más potentes. “Con esas motos no le hacen ni cosquillas (a los chorros)”, apuntó un joven al tiempo que solicitaron controles en los accesos en barrios.
“Vamos a tener 14 puntos con lectores de patentes para ver quién entra y quién sale”, anticipó el secretario Feijoo. “Pero vienen a robar en motos que no tienen patentes y ni siquiera los paran”, respondió otro de los repartidores “cuando a nosotros nos exigen la VTV y hasta el seguro al día”.
Tras el encuentro en la plaza, se dirigieron a la Comisaría Luján Primera para dejar asentado en un acta una especie de plan al tiempo que quedó latente la posibilidad de seguir protestando con cortes de calles como sucedió este lunes.
Fuente: El Civismo
