Los vecinos que viven en las inmediaciones de la calle 144, entre el Acceso Sur (Manuel Sanmartín) y el sector trasero del Cementerio Municipal, denuncian que camiones que trasportan ganado y leche de los tambos, circulan a alta velocidad sin respetar el límite establecido de 20 km/h. En la zona hay vecinos que viven desde hace varios años, pero también se están instalando jóvenes familias en crecimiento que quieren que su hijos puedan jugar en el barrio sin correr riesgo de un siniestro vial.
Rodrigo González, acompañado de Francisco Mustoni, Siglinda Suárez, Carlos Lourido y Daniel Spina, explicó que el camino que se utiliza para el transporte de gran porte sea la calle 144 por estar considerada como «camino rural». No obstante, ante el crecimiento poblacional, la zona comenzó a lotearse y nuevas familias se instalaron urbanizando el sector.
«Los camiones siguen pasando. Pero son camiones que van a 50 o 60 kilómetros por hora, cuando la máxima es de 20. No hay control de velocidad, porque no hay cámaras que funcionen. Tampoco frenan en ninguna bocacalle. El camino es de tierra, aunque tenga un mejorado de piedras, la polvareda que levantan es insoportable. Pero además, la 144 no tiene ni veredas, ni bicisenda, ni reductores de velocidad. Es doble mano y por lo tanto, cuando pasan dos camiones, uno de ida y otro de vuelta, el ancho hace que a veces uno se tenga que tirar a un costado porque no pasan», explicó Rodrigo.
«Son camiones, algunos, de doble piso. Camiones que trasladan ganado algunos, o que vienen de los tambos, así que pueden pesar más de 30 o 40 toneladas. Pasan llenos, vuelven vacíos. Desde el Acceso Sur, doblan en la 144, pasan derecho hasta el Cementerio y de ahí al matadero, en algunos casos. Incluso, hace algunos años, volcaron dos camiones. No estaba tan urbanizado, pero a una vecina, en la puerta de su casa, volcó un camión con ganado. Tuvo varios problemas, porque algunos animales murieron, fueron depostados y los tuvo frente a su casa por un largo tiempo. En otra oportunidad, los animales salieron desbocado como estampida. ¿Cómo paras eso cuando tenes hijos chicos?», se preguntó Rodrigo ante la potencial situación de peligro.
«Uno de los problemas es que acá ahora hay criaturas y familias jóvenes que no podemos salir a caminar, o a andar en bicicleta. Los chicos, incluso, tienen hasta prohibido acercarse a la calle porque cuando pasan a alta velocidad, muerden las piedras de la calle que salen disparadas con la posibilidad de que lastime a alguien», agregó destacando que quieren evitar algún tiempo de accidente o siniestro vial.
Carta al Municipio
Días atrás los vecinos mantuvieron un encuentro con el Secretario de Seguridad y Tránsito Gonzalo Anselmo. En esa reunión le entregaron un escrito firmados por varios de ellos que describen la situación en la calle 144.
En ese diálogo, el funcionario les expresó que «no tenía solución porque no podía hacer que bajen la velocidad ni podía instalar cámaras y que revisarían el camino alternativo que les proponíamos, pero que, a priori, nos decían que no era viable».
La reunión sucedió hace unos diez días, por lo tanto, los vecinos esta semana volverán a contactarse con el funcionario ya que le dio ese plazo para brindarles una respuesta formal.
«Nosotros proponemos que los camiones salgan por el camino a García. Nosotros sabemos que al ser vecinos no tenemos competencia directa. Pero acercamos una solución. Entendemos que ellos deberían presentar una solución con los equipos técnicos. En su momento, era una buena idea sacar los camiones por acá y no por la calle 10. Pero ahora, el barrio cambió. No vamos a tolerar que muera alguna persona por la velocidad en la que circulan los camiones», destacó Rodrigo, vecino llegado a Mercedes en busca del crecimiento de su joven familia.
