Por Noelia Ruiz – El pasado 6 de marzo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, realizó la apertura de sesiones legislativas en la cual presentó su informe de gestión y delineó sus planes para el futuro. Sin embargo, sus palabras dejaron en evidencia la desconexión del gobierno con la realidad que viven los bonaerenses a diario. Como diputada de la provincia de Buenos Aires y pre candidata a intendente en Mercedes, me preocupa profundamente esta situación.
En su discurso, Kicillof habló de una provincia ideal, que no tiene nada que ver con la realidad que enfrentan los habitantes de Buenos Aires. En lugar de abordar los problemas que realmente nos importan y preocupan, como la inseguridad, la inflación y el desempleo, se centró en responsabilizar al gobierno anterior y en presentar estadísticas mentirosas o inventadas.
Uno de los puntos más preocupantes fue su abordaje de la inseguridad. Kicillof afirmó que en la gestión anterior hubo un agravamiento en este tema, lo cual es completamente falso. La realidad es que muchos delitos, como los homicidios, disminuyeron en ese periodo, gracias a la entrega de equipamiento renovado y la incorporación de efectivos policiales con mejor tecnología. Además, las estadísticas sobre la comisión de delitos en la provincia de Buenos Aires son un bien escaso, y el Ministerio de Seguridad a cargo de Sergio Berni no las publica, lo cual es un gesto de opacidad institucional.
En cuanto a la situación económica, Kicillof tampoco parece estar en contacto con la realidad. La inflación y la pérdida de poder adquisitivo son temas que preocupan a los bonaerenses, pero que no parecen ser una prioridad para el gobierno. En lugar de abordar esta problemática, el gobernador se enfocó en hablar del gobierno anterior y en sacarse responsabilidades de encima.
Es frustrante e indignante como bonaerense escuchar que nuestro gobernador no reconoce ni se hace cargo de la realidad. La desconexión del gobierno con la situación que enfrentan los ciudadanos a diario es alarmante y preocupante. Necesitamos dirigentes que estén a la altura de los desafíos que enfrenta la provincia, y que se hagan cargo de los problemas reales que nos afectan. Falta poco para que tengamos la oportunidad de elegir nuevos dirigentes para nuestra provincia, y ese futuro cercano nos llena de esperanza a muchos bonaerenses.