San Patricio, tangos y literatura, una hermosa combinación

Por Oscar Dinova – “La literatura, como las otras formas de arte, es el testimonio de que la vida sola no basta”. (F. Pessoa, poeta portugués)

Estuvimos invitados, -yo y mis libros- a participar de dos grandes momentos de la identidad mercedina; el viernes 17 celebrando el Día de San Patricio, junto a la comunidad palotina. Luego de una concurrida misa, que transmitió un espíritu de esperanza y paz a todos los presentes, tuvo lugar el momento de festejos, en la puerta misma de nuestra querida iglesia.

Johnny y su banjo, en su entrañable acento irlandés nos regalaron música celta y de la nuestra, alumnos que se prodigaron con su arte y antes de la intervención del gran músico local, Manuel Maturo con sus canciones, tuve la oportunidad de contar a los presentes, la diablura más grande que nos dejara, nuestro querido Andrés “Bonnie” Quinn; el día «rojo» que echó a volar las campanas al viento. Una delicia de momento.

Le siguió el Festival de Tangos, Ciudad de Mercedes – Rafael Rossi que tuvo lugar en el Teatro Argentino el sábado 18 y Domingo 18, donde pude exponer mis libros, encabezados por Crónicas de Gardel en Mercedes y además narrar el momento cúlmine de la obra, aquel donde el Zorzal cantara para los mercedinos, en aquel lejano 7 de Mayo del ´33, frente al Cine Social de la Sociedad Italiana. Un soplo de emoción entre muchas emociones.

Son las que trajeron un abanico de artistas mercedinos de singular talento; Zoco Larralde y Sebastián Fredes, Patota Aschero, La Negracha, Thanguetto y Milonga el sábado. Malena Rossi, Pablo Aschero, Sebastián Barbui, Godoy y la Orquesta de Bandoneones y el Trío Taburete para el domingo, hicieron las delicias del público presente.

Música que fue “coreografiada en aire de milonga” por la Escuela Musical de Tango de Oscar y Esther Cordone, Ballet Una y Estímulo Dance. No hubo edad ni sapiencia como condiciones previas, solo el amor a una melodía que hace rato tiene ciudadanía universal.

Un regalo para los ojos y el alma.

Finalmente, y como broche de oro, la presencia de un artista integral; Guillermo Fernández, que emocionó hasta anudar las gargantas con inolvidables interpretaciones de tangos inoxidables como Volver, Naranjo en Flor y Como dos Extraños, entre otros. Nos llevó a caminar por letras poéticas, escenarios emocionales y sensibilidades que no son contenidos en una repetición rutinaria del tango. Una clase magistral.

Y se terminó. El broche más impensado fue entregar en mano a este gran artista un ejemplar de Crónicas de Gardel en Mercedes, para que él se lleve algo de lo nuestro, un pequeño canje de afecto, por tanto talento recibido.

Felicitaciones a los organizadores de los dos eventos.

Ya estamos palpitando el próximo año. Después de todo, ya lo decía Lao Tsé; “La música del alma puede ser escuchada por el universo.”

Este fin de semana, el universo fue nuestra ciudad… Mercedes.

*Oscar Dinova, escritor-narrador.

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