El sistema educativo y los docentes recibían, desde hace 25 años, un dinero que se encuadraba en el denominado “incentivo docente”. Con él las ciudades podrían atender necesidades directas de su Partido. El ajuste se le suma un capítulo más: adiós a la búsqueda de una educación de calidad. Una vez más, la llamada “casta” es el pueblo trabajador y no el sistema de bancos, grandes empresas o amigos del poder de turno.
La medida del gobierno de Milei y Juntos es un golpe brutal a la educación pública. Desde el el Fondo Nacional de Incentivo Docente se hacían pequeñas obra, se fortalecían gabinetes educativos, se sostenían jardines maternales y se incorporaba una mejora salarial a los docentes.
Cualquier ciudadano puede estar o no de acuerdo con el ajuste, lo que seguramente habrá coincidencia es que lo terminan pagando los sectores más vulnerables (jubilados) y fundamentales para una sociedad (Educación)
