El Delegado Regional de la CGT Mercedes/Navarro/S.A de Giles entrevistado por el medio nacional Página 12, habló sobre las repercusiones del paro general convocado por la CGT RA, la situación local y del organismo AFIP, en el cual conduce la Asociación de Empleados Fiscales y de Ingresos Públicos (AEFIP) y es Secretario de Organización Interior de la Mesa Directiva Nacional.
Sobre la situación local, Andrés refirió que “los despedidos de organismos nacionales realizados acá, no eran ñoquis, eran laburantes que iban todos los días y hacían muy bien su trabajo”, y en cuanto a disposiciones que afectan a empresas locales, sostuvo que «a un pueblo como este, con mucha pyme, el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) lo mata, es el certificado de defunción».
Describió que encuentra un panorama donde «todos perdieron algo o están en peligro» y en relación a la Ley Bases que está siendo tratada en el senado, manifestó que espera “una respuesta de los senadores de fuerzas de origen popular porque ellos tienen la obligación de rechazar esta ley». De los otros, de los de mentalidad colonial o los que buscan la personal, no esperamos nada”.
También comentó su mirada sobre la situación de la AFIP, indicando que la prioridad gremial “es la defensa del convenio colectivo, la defensa del organismo y sus funciones, que son estratégicas», dice mientras asegura que “el actual Gobierno va contra de sus funciones como trabajadores del Estado, la recaudación. Contra nuestros derechos y nuestro salario», resaltando que la actitud del presidente cuando dice que el que fuga es un héroe, «atenta directamente contra nuestra tarea”.
El Secretario General de la AEFIP, en la entrevista, hizo mención sobre distintas versiones periodísticas que se expresaron en los medios nacionales, indicando que “circularon toda clase de rumores y operaciones contra el organismo, especialmente cuestionando el fondo de jerarquización». Todo eso conspira contra el clima de trabajo, razón por la cual hay mucha preocupación”, dijo.
Al finalizar, expresó que «entre los trabajadores que votaron a Milei ya hay una mezcla de impotencia, desconcierto y desazón, entonces ahora la clave es no enojarse con ellos y acompañarlos en el proceso de comprensión, porque esto ya lo vivimos. Acá ya no se oye eso de darle tiempo», cerró.