Pensemos en el Día Mundial del Medio Ambiente

Por Cristián Frers *- «Nuestras tierras. Nuestro futuro».

El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Ambiente con el objetivo de concientizar sobre la preservación de los ecosistemas del planeta. Sin embargo, para poder garantizar la conservación y restauración de ecosistemas, es necesario asegurar los derechos de las personas y comunidades que defienden el ambiente y exigir el cumplimiento efectivo de la legislación ambiental vigente.

Pero, ¿quiénes son las personas defensoras del ambiente? El Programa de Naciones para el Medio Ambiente afirma que “Los defensores del medio ambiente —ya se trate de individuos, organizaciones o comunidades— suelen ser ciudadanos de a pie que ejercen sus derechos. Considera defensor del medio ambiente a toda persona que defienda los derechos ambientales, en particular los derechos constitucionales a un medio ambiente limpio y saludable, cuando su ejercicio se vea amenazado”.

Como lo veo muy pocas veces que se han establecido medidas anticontaminación de los cursos de agua, se acciona contra diversas empresas, pero no se tienen en cuenta los basureros a cielo abierto, que siempre se encuentran a la vera de los ríos, o se vierten líquidos cloacales sin tratamiento alguno, o simplemente se fugan efluentes ante la complicidad de ciertos funcionarios que hacen la vista gorda. Las políticas ambientales, sobre todo aquellas dirigidas a frenar el daño que causa la contaminación deben ser a todo o nada.

Uno de los objetivos es intensificar la acción política, tanto para la resolución de problemas de carácter ambiental, como para contextualizar el impacto que tienen las acciones de la gente, individualmente y como sociedad.

Tres problemas que se tienen en Argentina:

-Consumo Irresponsable:

La globalización como fenómeno impulsó el consumo desmedido en la mayoría de los territorios del planeta. Estos procesos que se extendieron y se extienden también a lo largo de Latinoamérica generan una utilización no consciente de los recursos naturales, que, a la larga impactan de forma nociva en el medio ambiente.

En Argentina el consumo denominado “irresponsable” de bienes y servicios es una de las actividades que contribuyen a agotar los recursos y aumentar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). El impacto se ve no solo en la compra o la acción particular de cada persona sino en cómo los conjuntos de acciones irresponsables penetran en el ecosistema y lo afectan. 

Un ejemplo de esto se ve en el consumo y la creciente demanda energética. Mientras más energía proveniente de combustibles fósiles utilicemos –como la eléctrica que llega a Argentina- más estaremos generando un impacto negativo en la naturaleza. 

Solucionar los problemas ambientales es un trabajo en conjunto y permanente del que deben hacerse cargo los individuos como las comunidades que deben responsabilizarse y hacerse cargo.

-Deforestación:

La deforestación es el proceso por el cual se destruyen superficies forestales, para ser utilizadas con fines comerciales. Por ejemplo, es común ver procesos de deforestación para explotación agropecuaria o la construcción de edificaciones. 

Asimismo, en Argentina, los incendios forestales son otras de las graves causas que pueden provocar deforestación extrema en algunas zonas, generando un importante impacto ambiental a todo el ecosistema que rodea el área. 

-Uso de energía de combustibles fósiles:

 En Argentina, los combustibles fósiles representan la fuente principal de energía del país y su uso en exceso representa uno de los principales problemas ambientales en Argentina. El petróleo, el carbón y el gas natural se utilizan como generadores de electricidad y como combustible para diferentes actividades.

Los combustibles fósiles son recursos naturales no renovables y se originan a partir de la acumulación de restos orgánicos que penetran en los suelos a través de los años, atravesando innumerables procesos biológicos. 

La utilización de estos componentes genera emisiones de gases contaminantes como el dióxido de carbono (CO2), los cuales incrementan el efecto invernadero y tienen un impacto en los canales hídricos, el suelo y el aire. 

Además, los efectos producidos por estos combustibles están relacionados también a los subproductos que se obtienen de su procesamiento, como los hidrocarburos y a los posibles impactos derivados de su transporte, como los derrames de petróleo. 

*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).

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