Un vecino de nuestra ciudad, de 62 años de edad, estaba en el radar de la Policía Comunal acusado de robo calificado con uso de arma de fuego. Escurridizo había logrado no ser detenido, pero “no bajar los brazos fue clave para detenerlo” dijo una fuente no oficial y remarcó “finalmente pudo ser puesto tras las rejas”.
Tenía pedido de captura por parte de la justicia, pero su capacidad de esconderse y rotar de espacios hacía difícil poder detenerlo.
Además de robo tenía causas por violencia de género, mediando siempre violencia entre sus actos.
Finalmente la Policía logra nuevamente ubicarlo, ya que nunca cesó su búsqueda, logró detenerlo, pero como era propio del delincuente medió todo tipo de resistencia a la autoridad e intento de fuga. En cada causa tuvo patrones similares, uso de armas, amenaza y violencia.
