El ministro de Economía debió reconocer que envió reservas de oro de la Argentina. La excusa fue que era una inversión para “obtener retornos”, pero se teme que ya no regresen al país y sea una nueva fuga de capitales y reservas de la Nación.
En una acción entendida sólo como especulación financiera desesperada o una falta total de la correcta administración de los bienes de los argentinos Luis Caputo confirmó que envió al exterior lingotes de oro de las reservas internacionales del Banco Central.
Ahora, además de imprimir billones de pesos, pagar el gas más caro traído de Brasil en vez de ampliar el gasoducto de Vaca Muerta, un nuevo mal manejo con sospecha de negocios privados: se llevan el oro argentino.