La ciudad vivió una noche buena y navidad con tranquilidad, sin ningún sobresalto que modifique la habitualidad de los servicios y espacios de protección. Por parte de los Bomberos tuvieron sólo 2 salidas, acompañados por Protección Civil, de solicitudes “menores”.
En cuanto a la guardia del Hospital sólo atención cuestiones habituales, como algún siniestro vial, pero siempre dentro de la habitualidad de la ciudad, nada vinculado especialmente a la navidad.
La Policía tampoco tuvo sobre saltos y el 147 no recibió reclamos mayores.
La pirotecnia tuvo muy poca repercusión este año. Casi nula. A priori hay dos factores: la campaña efectuada por la Municipalidad e Instituciones y el costo cada vez más elevado de los estruendos.
El tema de la pirotecnia merece un trato aparte. Sin duda el gran peso es de las familias y la responsabilidad ciudadana. Cada uno sabe que está perjudicando al otro. Somos a esta altura todos conscientes del daño que producimos. Si tiramos pirotecnia debemos hacernos responsables de sus consecuencias, sin reclamar nada a nadie.