En un trágico suceso que ha conmocionado a la localidad de Olivera, Jeremías Sosa, de 31 años, perdió la vida a manos de una turba el pasado sábado por la noche. La versión policial inicial lo vinculaba con intentos de robo, pero sus familiares y testigos refutan categóricamente estas afirmaciones, describiéndolo como un hombre trabajador y padre de dos hijos que se encontraba de visita en el pueblo.
«Jeremías no era un delincuente», declaró un familiar cercano, «Lo mataron injustamente, solo por ser forastero».
Los allegados a Sosa exigen una investigación exhaustiva y consideran que fue víctima de un linchamiento motivado por prejuicios.
La policía ha detenido a dos personas en relación con el crimen, mientras que la investigación continúa para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. El caso ha generado una fuerte indignación en la comunidad, que cuestiona la seguridad en la zona y la actuación de las autoridades.
Fuente: El Civismo
